Te mueves entre las sabanas,
como un gorrioncillo perdido.
Buscando un pequeño hueco ,
por el que asomar las patitas.
Deslizas tu cuerpecillo entre ellas,
y te arrastras hacia el suelo.
Sigilosamente,
calladamente,
cautelosamente.
No deseas enturbiar mi sueño,
mi descanso,
mi momento de relajacion.
Pero noto tus movimientos torpes,
tan poco habiles,
que hubiera sido imposible ,
no percatarse de la situacion.
Me recompongo en mi sitio.
Me pongo en situacion.
Me acomodo reposando mi espalda en la almohada,
y mi cabeza reposando en el cabecero de la cama.
Te miro y no puedo mas que sonreir.
Tus artimañas para salir desapercibido,
no habian tenido exito.
Ahi me tenias con mis ojos puestos en ti.
Cautelosos esperando una contestacion.
Ante las inesperadas circunstancias,
y una vez sorprendido en tus actos,
te acercas levemente,
tan solo rozandome,
me acaricias la cara,
la besas y acaramelas.
"¿La desperte mi Señora?".
Claro que me despertaste.
Mis ojos estaban clavados en ti.
Como para no estarlo.
Pero no le vamos a dar mayor importancia,
de la que el hecho se merece.
Acercate a mi,
estate a mi lado acurrucado,
mas tarde desayunaremos.
guardemos este momento,
ahora que podemos,
gozar de él.
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