Maravilloso despertar
y anochecer en el cansancio culinario.
Rutina de diario con escasos cambios,
los cuales cuando los tienes,
los disfrutas tanto,
que no deseas volver a la realidad.
Esa realidad que tanto nos cuesta recuperar.
La cual no deseamos retomar.
La apartamos de nuestro lado,
como algo inutil o inservible,
para poder evadirnos de la realidad.
De nuestro dia a dia.
De seguir en las ilusiones que hemos creado,
para esa escapada,no controlada.
Que no sabemos hasta que punto,
nos va a ser satisfactoria y provechosa.
Esto lo sabemos al final.
Cuando valoramos lo vivido,hecho y realizado.
Solo entonces podemos sopesar.
Algo que puede haberse iniciado,
como algo a la aventura,
puede resultar algo maravilloso,
sin saberlo.
Ahi esta el encanto de la situacion.
El no saber.
El improvisar.
El desconocimiento.
La aventura.
El morbo de la situacion,
no buscada y hallada.
En todos esos pequeños detalles,
reside el placer,
de las distintas situaciones.
Para que buscar mas.
Cuando algo llega sin buscarlo,
y nos llena,
¿para que buscar mas?.
¿Donde radica la necesidad?.
No se sabe.
Hasta la proxima.
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