Me desperté sobresaltada.
Te buscaba junto a mí.
Entonces reaccioné
y sabia que no estabas.
Deslice mi menudo cuerpo
por entre las sabanas,
calientes por mi temperatura corporal.
Me acomodé y calculé
la distancia que nos separaba.
Mis pies se movian suaves
por las baldosas del suelo.
Me paré en la puerta.
Dormías tranquilo.
Profundamente.
Te notaba relajado.
Distendido,comodo....
Durante unos minutos,
y mientras seguía observandote,
recapacitaba en que hacer.
Si arriesgarme a una negativa,
o atreverme con sus consecuencias.
Pensaba y pensaba.
Que hacer.
Obedecer a mis impulsos
o acatar el temor al rechazo.
Con rabia e impotencia
me dirijí de nuevo a mi cama.
Solá y alborotada.
Como yo.
Ya recostada en ella,
mi imaginación y mi corazón,
soñaba con sentir tu cuerpo.
Con acariciar tu sien.
Con sentir tus labios.
Oler cada poro de tu cuerpo.
Con acariciar tu pecho.
Con acariciar tu miembro.
Con sentirte asi de cerca.
Soñaba colandome en tu cama
y darte un dulce despertar.
Dar rienda suelta a los deseos
y abandonarme al placer
en tus brazos....
Lastima de baldosas.
Lastima temor al rechazo...
..........
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