Un frio gelido
va colandose entre las rendijas de mi ventana.
Un frio gelido
que arrastra con él
aquellos ahora casi olvidados
momentos de sol y calor.
La escarcha cubre las cosas
como una fina capa impenetrable
de soledades y abandonos.
Cubre cosas animadas e inanimadas.
Las flores arden bajo su presencia
y mis manos se acurrucan
buscando el calor interior
de mi cuerpo, ya en si helado.
El cieo se deja ver blanco
cual presagio de algo aun por llegar.
Aires y nieves.
Frios y heladas.
Sombras y penumbras.
Me aclimato en un rincon
ajena a lo que acontece en el exterior
meditando mi bienestar
ante la chimenea humeante.
La oigo crujir
entre maderas que se resquebrajan
llenando de calor y magia
todo aquello que sus llamas iluminan.
Asi deseo estar.
Asi deseo permanecer por largo rato.
Esperar tu llegada
abrigada en esta sensacion
de calor y nostagia
y embriagada por los olores
que la leña desprende al arder....
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