Van pasando los dias,
poco a poco,
lentos y espaciados.
Dias largos,
con más horas de las normales.
Dias aburridos,
en los que tan solo
se hace que pensar.
Entrar en el interior,
compadecerte de ti misma.
Ahondar en todo
que pesa en ese interior vacio
y que ahora solo lo ocupa
esa tristeza y malestar,
de la que no ayuda a salir
la situación actual.
Miras dentro pensando
que has hecho mal.
En que momento te has equivocado
en tus decisiones o actos.
Intentas buscar porques,
donde solo hay penurias
y preguntas sin contestar
o problemas sin resolver.
Buscas y buscas
y al final,
desistes en el intento.
Optas por seguir como hasta ahora,
sin querer saber ya ni las respuestas.
Aceptas la situación
y sigues hundida en tu propio fango
de desesperanza y malestar.
Ya es algo arraigado en tí,
y piensas que ya nada
volvera a ser como antes.
Y no.
No quiero que todo sea como antes.
Quiero y deseo que sea mejor.
A dios gracias,puedo decir
que he tenido una vida maravillosa.
Por supuesto,
con muchas amarguras en el camino.
Pero he salido de todo siempre.
¿Porque ahora este hundimiento?.
No lo sé.
Ahora no soy yo misma.
He ahí la contestación a la pregunta.
He perdido la fé y confianza en mí.
En mis fuerzas.
En mi caracter.
En mi forma de ser y estar.
En mi manera de ver las cosas.
En definitiva......
En mi fortaleza interna y externa.
Hundida en mis propias miserias.
Intentando ser invisible.
No relacionandome.
Escondiendome en mi interior.
En las paredes de la casa.
Sin salir,sin estar.....Sin sentir.
Solo es.......Invisible.
Invisible a los ojos
de todo y de todos.
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