El frio se hacia notar a su alrededor.
Se agradecia el notar de su cuerpo proximo.
La cercania de su calor corporal.
Ella se acercaba a su piel,
en busca de su bienestar.
Necesitaba notar su presencia,
su cercania y fogosidad.
Tal era el acercamiento entre ambos,
que sus fragancias se unian en una.
Sus pieles transmitian aromas,
sentimientos y sensualidades.
Bendito frio que le permite sentirle tan cerca.
Ya le sobra la ropa.
No la necesita para sentir calor.
Lo tiene todo.
Se desprende de las ropas,
que ya en estos momentos,
sobran sobre su piel.
Suavemente se baja los pantalones,
deslizandolos por sus piernas,
bien moldeadas y formadas.
Los reposa en el suelo,
y desliza suavemente sus pies,
acompasados saliendo de ellos.
Desabrocha su blusa,
dejando entrever su piel blanca y suave.
Él la libra de ella.
La mira con lujuria.
Desabrocha su sujetador,
mirando golosamente sus pechos erectos.
Duros y deseables.
Acerca su boca a ellos,
lamiendolos cual caramelo,
en la boca de un niño goloso.
Se deleita en ello.
Disfruta a la vez que ella.
Va deslizando su boca por el canalillo,
bajando lentamente,
saboreando todo su cuerpo,
toda su piel calida.
Sus manos la libran de las bragas,
dejando al aire su sexo humedo,
por la excitacion de sus caricias.
Él levemente roza sus partes intimas,
haciendo que ella gima de placer.
Lame su cueva privada,
que en estos momentos ha dejado de serlo,
para ser compartida con él.
La escena es fascinante.
Su cuerpo convulsiona ante tanto deseo y placer.
Abre sus piernas para que el la penetre,
para que la haga suya.
Es lo unico que desea en estos momentos....
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Qué sensual... qué bien escribes, y las imágenes, preciosas
ResponderEliminarBesos!
hola tesoro miooooooooooooooooo
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